CARNAVAL RURAL DE PUEYO 2017

     

    CARNAVAL RURAL DE PUEYO , SÁBADO 04/03/2017

    CARNAVAL

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    A las 17:30 Chocolatada en Solanoa para todos los  que vayais disfrazados. 18,00  Quema del Neguko, personaje de carnaval  conla txaranga Bordaloki.18,30 ronda por las calles del pueblo, puerta por puerta junto con los mozorros y zaratrakos por los barrios del pueblo con cuestación. 20,00 Poteo con la txaranga Bordaloki. 21:30 Cena y baile con los Webotes, organizado por la juventud en la sociedad Zazuga.

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    CARNAVALES DE ANTAÑO DE PUEYO

    Su Carnaval se reducía al martes.

    Por la mañana de este día, la mocedad del pueblo se ocupaba en las faenas del campo, en layar las tierras y en la poda de las viñas y los olivares. Pero era el martes de las carnestolendas. Los mozos comían en sus respectivas casas y se aprestaban para «hacer el Carnaval». Después, los jóvenes se reunían en la casa de uno de ellos y se disfrazaban. En estos carnavales había asimismo mozos que cuidaban su indumentaria, eran los «señoritos» de Carnaval y paseaban bastoneando en ademán distinguido. Los distintos disfrazados recibían el nombre genérico de «mutturros» o «mutturrutakos». Los arlotes eran los «zaratracos». Algunos de éstos procuraban tijeretear el vestido de los «señoritos». Otros llevaban un palo con una vejiga de cerdo para golpear a los niños o una escoba sucia de barro o ceniza con objeto de manchar a las mozas. Las pocas jóvenes que se disfrazaban se ataviaban lo mejor posible, con sus indefectibles sombrero y sombrilla. Tras la intervención en la vía pública, los «mutturros» y las mozas bailaban en diferentes casas, reunidos en cuadrilla y con música de bandurria, laúd y guitarra. Los «mutturros» bailaban desenmascarados y cuando las mozas exclamaban al unísono: «¡están dando las oraciones!», el Carnaval terminaba para ellas, se ausentaban de la fiesta. Más tarde, los mozos distribuidos en cuadrillas, «salían a pedir», algunos con acompañamiento musical. Les correspondían con huevos, tocino fresco, longaniza, costilla y lomo de cerdo, que los acarreaban sirviéndose de varias cestas. Señalaremos que, como en tantos otros pueblos, en las casas en luto pasaban de largo. Los mozos cenaban en la casa fijada por su cuadrilla; cena que se repetía mientras durasen las viandas recibidas en la cuestación. Entre las cuentas a liquidar con la señora de la casa, que lo hacían a los cuatro o cinco días de Carnaval, figuraban el pan, el vino, el café y las copas consumidas en el transcurso de los carnavales. Aunque escape de las carnestolendas, anotaremos que al mediodía de la festividad de San José ha sido costumbre en Pueyo comer patas y orejas de cerdo rebozadas y buñuelos vacíos o rellenos con crema. De esta manera hacían honor a «San José buñolero». [J. Gar. L.: «C. en N.»].